¡Ring, ring! (Parte 1)

¡Ring, ring!
El teléfono no paraba de sonar, ensordecía mi sueño
¡Ring, ring!

-Ya voy, ya voy…- contesté a nadie de mal humor- ¿quién es?- nadie contestaba al teléfono- ¿quién es? ¿Hola?- me dispuse a observar el número que me llamaba.- ¡¿Quién anda ahí?!?- grité cabreado, me acababa de despertar por aquella llamada absurda

De repente una risa casi inaudible comenzó a sonar a través del aparato.
-Jaaaajaaaajaaa, jiiijaja, juujaaaa- la risa comenzó a subir el tono- Jaaaajaaaajaaa, jiiijajaja, juujaaaaa – era la típica risa de bruja de película.

-¡¿Qué coño?!- pensé en alto

-Jack, soy yo, jaja- río tranquilamente Harry- preparado para Halloween, ¿te has asustado eh?

-¿Desde dónde coño me llamas?- pregunté en otro tono.

-Desde el móvil de mi madre, está algo enferma y he venido a verla.

-Serás cabronazo…sí, esta noche saldré, como siempre, ¿dónde quieres quedar?

-He llamado a Luke y a Fry. En el centro, al lado de la Avenida Boston, hay un bar que se llama Cheaply, allí estaremos todos.

-No me suena nada, a saber dónde queréis ir...

-Tranquilo, es un sitio guay, te gustará. ¿De qué vas a ir disfrazado?

-De sacerdote, he pensado que así podía librar de pecado a alguna que otra mujer…

-Joder, de sacerdote, si te pega si, porque nunca haces nada con ninguna. Yo voy a ir vestido de Bruja.

-¡Joder! Y te ríes de mi disfraz…bueno entonces a eso de las 9 me paso por allí, estaréis ya ¿no?

-Si, si. Venga, hasta luego.

-Adios

¡Ring, ring!
¡Ring, ring!
Era la puerta de la calle, meses atrás había puesto un timbre parecido al de un teléfono en mi casa.

-¡Truco o trato!- gritaron 10 enanos a la vez

-Nada, largaos.-contesté de mal humor

¡Ring, ring!
¡Ring, ring!

-Si no nos das nada no pararemos de llamar a tu puerta.-dijo uno de los niños, el que al parecer llevaba la iniciativa

-No tengo nada, no me gustan los caramelos

-Mientes, los caramelos le gustan a todo el mundo-dijo una niña

-No, a mi no.

Cerré la puerta de un portazo. Los niños seguían llamando.
¡Ring, ring! ¡Ring, ring! ¡Ring, ring!
De repente, los ruidos cesaron. Los niños habían encontrado algo mejor que hacer.
Subí al baño a arreglarme.
¡Ring, ring! ¡Ring, ring!
Era mi móvil, <<otro puñetero ¡Ring, ring! y mato a alguien>>, me dije.

-¿Quién es?- nadie contestaba al teléfono- ¿quién es? ¿Hola?- me dispuse a observar el número que me llamaba.- ¡¿Quién anda ahí?!?

-Jaaaajaaaajaaa, jiiijaja, juujaaaa- la maldita risa de antes- Jaaaajaaaajaaa, jiiijajaja, juujaaaaa

-Harry, deja de hacer el tonto, ¿Qué quieres?

-Jaaaajaaaajaaa, jiiijaja, juujaaaa…Jaaaajaaaajaaa, jiiijajaja, juujaaaaa ¿Quién va a ir de ssssacerdote esta noche para ssssaciar mi ssssed?- dijo alguien con voz aguileña y siseante.

-¿Quién coño eres?- pregunté

-Pi, pi, pi- había colgado, era un numero oculto.

Me dispuse a vestirme y arreglarme pensando que todo era una broma de Harry.